Sobre los llamadores de ángeles hay varias leyendas, a cual más bella:


Una cuenta como un grupo de duendes tuvo que abandonar el bosque donde habitaban y por su amistad con los ángeles, estos le regalaron una bola con sonidos sutiles y metálicos que serviría para llamarlos cuando los necesitaran.

La otra versión, sin duda mi favorita, cuenta que por motivo del pecado capital, los ángeles tuvieron que dejar de vivir con nosotros.

Los ángeles al sentir añoranza de los humanos, regalaron estos llamadores de ángeles para presentarse cuando les llamaran.

Estos colgantes esféricos de plata pura atraen a los ángeles por que les gusta su sonido y además el círculo o esfera simboliza perfección y protección.

Son intransferibles ya que si se presta pierde su magia.

La única manera de compartir el llamador es de madre gestante a feto, colgado del cuello con una cadena larga.

Así un ángel cuida al feto y a la madre, lo comparten.

Cuando el bebe sale a la luz, el colgante volverá a servir solo a su legítima propietaria.


RITUAL

Coloque la bola llamador de ángeles en su mano derecha.

Siéntese a meditar en silencio.

Realizando un pequeño movimiento convóquelos emitiendo un suave sonido con la bola, hable con ellos, pregúnteles y anote las respuestas.

Relájese y confíe en lo primero que le venga a la mente.

Este es un acto de fe y confianza.


Yo propongo algo bonito;


Que, todos los que tengan llamador de ángeles todos los días sobre las 12:00 de la noche, hagamos sonar nuestros llamadores.


Ojala atraigamos a suficientes ángeles a la tierra para crear paz y armonía y felicidad.